Emisarios leales a Dios

En hebreo, la palabra para «ángel» es «מַלְאַךְ », «malak», que significa «mensajero». Un «malak» no es un personaje infantil con pelo rubio y alas blancas. Por el contrario, luce como una persona adulta, aunque es inmortal y puede moverse entre el cielo y la tierra. En la Biblia, Dios emplea sus ángeles como emisarios para llevar mensajes a las personas. A menudo estos ángeles ni siquiera se perciben como seres sobrenaturales porque su apariencia es como la de cualquier mortal.  

El adversario más grande

Dentro de los seres que habitan el cielo y rodean el trono de Dios, la Biblia nos cuenta acerca de «שָּׂטָן», «Satán», que significa «acusador». A «Satán» la Biblia no lo describe como un demonio terrible y rojo, con cuernos, cola y tridente. Él no es la encarnación del mal y tampoco vive entre llamas en el infierno. Simplemente se trata de uno de los consejeros de la corte celestial que a veces discrepa con Dios. 

Recupera la Biblia original

Esa idea de «ángeles buenos» versus «diablos malos» se desarrolló gradualmente a lo largo de los siglos a medida que los judíos y cristianos buscaban en la Biblia significados místicos ocultos. Lo cierto es que esas no son las palabras auténticas de la Biblia. Para llegar realmente al fondo del contenido sagrado y hallar los tesoros bíblicos hay que empezar por el principio... ¡Inscríbete hoy!: no te pierdas con traducciones tergiversadas.