Rivalidad entre hermanos

La Biblia nos habla de muchos desafíos contra la autoridad de Moisés durante el largo periodo de permanencia en el desierto. Uno de los desafíos más sorprendentes vino de los propios hermanos de Moisés: Aarón y Miriam, en el capítulo 12 del Libro de los Números. Se burlaron de su esposa y lo acusaron de acaparar poder. Como castigo por esta insubordinación, Dios aflige a Miriam con lepra, y su piel quedó “tan blanca… como la nieve” (Núm. 12:10).

Recita las verdaderas palabras pronunciadas por Moisés

Moisés, siempre humilde y justo, no se enorgullece de la caída de sus enemigos. Por el contrario, se dirige a Dios y pronuncia una de las oraciones más sencillas que se encuentran en las Escrituras: “Dios mío, ¡te ruego que la sanes!”. En el hebreo original que hablaba Moisés, la oración se escucharía así:

EL NA REFAH NA LA

אֵל נָא רְפָא נָא לָהּ

Aprende a dirigirte a Dios como lo hizo Moisés

Observa la pureza de esta sencilla oración en su versión original hebrea. Fíjate en lo cortas que son las cinco palabras: de una sola sílaba. Nota lo simétrica que es la frase: comienza con el dador (“Dios”) y termina con el receptor (“ella”). La palabra central es el verbo crucial (“sanar”), que se suaviza a ambos lados con un “por favor”. Este es el mejor ejemplo de una verdadera oración sincera en su forma más pura. Aprende a orar de manera auténtica como lo hizo Moisés, al estudiar Hebreo Bíblico en línea, hoy.