Una túnica gloriosa
En los tiempos bíblicos, casi todas las personas usaban algún tipo de capa rugosa para protegerse del agua, del viento, y otras inclemencias. En el hebreo original de la Biblia, esta especie de capa se llama me'il (מְעִיל). Sin embargo, las personas más eminentes vestían un ropaje especial llamado aderet (אַדֶּרֶת), que se traduce como «manto». Aderet proviene de la raíz hebrea ADR (אדר), que significa «glorioso», una indicación del estatus elevado de este manto único.
La autoridad de Elías
El manto más famoso en la Biblia es el que usó el profeta Elías. Era un símbolo de su condición de profeta del Señor. Cuando Elías encontró a su sucesor, Eliseo, lo envolvió en su manto (1 Reyes 19). Y cuando Dios lo llevó al cielo, solo quedó el manto de Elías. Eliseo se inclinó y «recogió el manto» (2 Reyes 2:13), y asumió la posición de liderazgo de Elías.
Recoger el manto
Jesús de Nazaret continuó con esta tradición, pero su manto era mucho más que un símbolo de autoridad; estaba imbuido de poder curativo y espiritual (Marcos 6, 56). Según los Evangelios, todos los que tocaban su manto eran sanados. Aunque Jesús no pudo ofrecer el manto a sus discípulos, en cambio, fue rasgado violentamente en cuatro pedazos por los soldados romanos (Juan 19:23). Inscríbete en nuestro curso de Hebreo Bíblico online, en vivo, y «recoge el manto» al aprender el idioma original de la Biblia.