Los primeros cuatro hijos de Lea

El primer hijo de Lea se llamaba Rubén, palabra que se compone de dos partes: reu (“ver”) y ben (“hijo”). Este nombre significa: “he aquí un hijo”. El segundo hijo se llamaba Simeón, que contiene la raíz shama (“oír”), Lea eligió este nombre porque “el Señor escuchó” su oración (Gén. 29:33). El tercer hijo se llamaba Leví, cuyo nombre está basado en la raíz lava (“unir”). Y el cuarto se llamaba Judá, que a su vez se basa en la raíz oda (“alabar”).

Una secuencia de fe

Al observar de cerca el significado de estos cuatro nombres hebreos, nos damos cuenta de que no se trata de palabras puestas al azar, al contrario, vemos una progresión muy consciente que describe de manera concisa la experiencia cristiana de la fe. Se comienza por contemplar al hijo de Dios, luego se ruega por el perdón y el Señor te escucha. El espíritu de Dios se une a tu espíritu, y a continuación proclamas las alabanzas.   

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