La esposa estéril de Elcana

La Biblia contiene varios ejemplos de alabanza. Quizá ninguno tan conmovedor como el de Ana, madre del profeta Samuel, y sus emotivas oraciones de agradecimiento. Durante muchos años, Ana se avergonzó porque era incapaz de concebir hijos. Luego de un tiempo muy largo de reflexión y espera, Ana finalmente logró quedar embarazada y exclamó, llena de alegría: “Mi corazón se regocija en ti, Señor... Tú levantas del polvo al pobre” (1 Sam. 2:1,7)

¿Qué dice el hebreo sobre la oración?

En el hebreo original, el verbo designado para la "oración" de Ana es, hitpalel התפלל. Esta palabra contiene la raíz PLL פלל, que significa "juzgar". No obstante, en el resto de la palabra, hitpalel contiene el prefijo reflexivo hit, que indica "algo hecho hacia uno mismo". Según el hebreo, la oración empieza por observar los estados internos, por evaluar sinceramente las propias reflexiones para que cada uno sea, en última instancia, su propio juez. En hebreo, solo después de "estar bien con Dios", es que puedes comenzar a elevar peticiones. 

Una conexión que solo encontrarás en hebreo.

La oración de Ana y sus efectos trascendentales. Cuando Salomón terminó de construir el Templo, oró a Dios para agradecerle (1 Reyes. 8). Mientras Jonás estuvo en el vientre del gran pez, oró a Dios por su liberación (Jon. 2). En ambos casos, la palabra usada para la oración es hitpalel. Es posible que Ana, una tranquila campesina y ama de casa, haya sido su maestra y les haya enseñado a orar a los grandes reyes y profetas. Inscríbete en nuestro curso online de Hebreo Bíblico, con clases en vivo, y ¡descubre nuevas facetas e historias del hebreo que no imaginaste conocer!