La historia de Jánuca

En contra de lo que se cree popularmente, Jánuca no es una versión judía de la Navidad. La palabra Jánuca (חנוכה) significa «dedicación» en hebreo. Conmemora la reedificación del Templo Sagrado en Jerusalén, durante la revuelta macabea del siglo II a.C., contra el Imperio sirio. Después de recuperar el Templo, los macabeos tuvieron que limpiarlo y restaurarlo. Por fortuna, un frasco de aceite de oliva quedó puro, sin contaminar, y se utilizó para iluminar y reedificar el Templo. Milagrosamente, esta pequeña cantidad de aceite, que en teoría debía alcanzar para solo un día, duró ocho, lo que originó la festividad de ocho días de duración, la «Fiesta de la dedicación».

La luz de Israel

El símbolo de Jánuca es el «menorá», un candelabro de ocho brazos que se van encendiendo en cada uno de los días de la festividad. Menorá proviene de la palabra hebrea ner (נר) que significa «llama» o «lámpara». A lo largo de la Biblia, esta palabra va adquiriendo un significado espiritual más profundo. Por ejemplo, cuando el rey David envejeció, sus hombres le dijeron que no fuera con ellos a la batalla, «no vaya a ser que se apague la luz (ner) que alumbra a Israel» (2 Samuel 21:17). En el siguiente capítulo, David pronunció un magnífico himno de acción de gracias: «Señor, mi Dios, tú mantienes mi lámpara (neri) encendida; ¡tú eres la luz de mis tinieblas!» (2 Samuel 22:29).  

Enciende una luz con el hebreo

Sabiendo todo esto, no debería sorprendernos que Jesús se refiriera a sí mismo como «la luz del mundo» (Juan 8:12) y predicara estas palabras: «Si todo tu cuerpo está lleno de luz, y no participa de la oscuridad, será todo luminoso» (Lucas 11:36). Lo que es menos obvio es que Jesús pronunció estas palabras, no en español, sino en hebreo. ¿Quieres escuchar las palabras de la Biblia, tal como lo hizo Jesús? Inscríbete en nuestro curso de Hebreo Bíblico online y enciende una luz esclarecedora sobre los secretos ocultos de la Biblia.