El misterio de la santidad
En español, solemos pensar en «santo» como un adjetivo que describe algo sagrado. Pero en hebreo, kadosh es más que una descripción, es un estado del ser, una vocación divina e incluso una separación.
El verdadero significado de kadosh
La raíz de קדוש es קדש (kuf-dalet-shin), que significa apartar, dedicar, consagrar.
- Un מקדש (mikdash) es un santuario, un lugar sagrado.
- Un קדוש (kadosh) es una persona apartada por Dios.
- Incluso el שבת (sábado) se llama יום קדוש (yom kadosh), un día santo.
Llamar kadosh a algo es marcarlo como perteneciente al reino de lo divino. No es común, no es ordinario, sino que está apartado para un propósito sagrado. Decir que Dios es kadosh no es solo decir que es puro. Es declarar que Él es incomparable, completamente diferente, totalmente apartado de todo lo creado.
Kadosh y tú
Pero aquí está el misterio: las Escrituras también dicen que tú estás llamado a ser kadosh.
«Seréis santos, porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo». — Levítico 19:2
No se trata de una exigencia de perfección. Es una invitación a apartarse. A vivir de una manera que refleje el cielo, no solo la tierra. A caminar de manera diferente. A amar de manera diferente. A llevar a Dios no solo en tus acciones, sino en tu propio ser.
Tu llamado sagrado
La santidad bíblica de Dios no es fría y distante. Es ardiente, íntima y viva. La misma palabra pronunciada por los ángeles, escrita por los profetas y repetida en las Escrituras ahora te llama a profundizar. No solo a leer la Biblia, sino a comprenderla en el idioma que Dios eligió.
Comienza a aprender hebreo bíblico hoy mismo. Deja que las palabras originales de las Escrituras hablen directamente a tu alma.