Comprende el contexto judío del Nuevo Testamento
En el Levítico, Dios le repite a Moisés el mismo mandamiento que le dio a Abraham: el rito de la circuncisión debe tener lugar al octavo día después del nacimiento. El Evangelio de Lucas registra el estricto cumplimiento de este rito, tanto en el caso de Juan el Bautista como en el de Jesús: la circuncisión de un niño judío tenía que tener lugar al octavo día. Sin embargo, según la tradición judía, no solamente la circuncisión tiene lugar en este día.
En el mundo judío moderno, el nombre de un niño siempre se anuncia en la ceremonia de la circuncisión. Esta tradición está ligada a la idea de que a un niño hay que ponerle nombre inmediatamente después de haber celebrado el pacto de Abraham y al hecho de que Abraham mismo recibió un nombre nuevo cuando fue circuncidado (en Génesis 17, junto con el mandamiento de Dios de la circuncisión, Abrán recibió el nombre de “Abraham”). Pero, ¿sabemos realmente cuándo comenzó esta tradición?
Es sorprendente que en el Evangelio de Lucas veamos la primera evidencia de que a un niño judío se le puso nombre en su brit-milah: circuncisión. “La costumbre judía de ponerle nombre a un niño durante la ceremonia de la circuncisión no se conoce en nuestra literatura talmúdica, sino en uno de los Evangelios” (David Flusser, profesor de cristianismo primitivo). Inscríbete en nuestro curso en vivo y en línea
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