Descubriendo la Biblia hebrea
Al leer la traducción, parece que Jacob negoció con Dios. El sueño tuvo lugar cuando Jacob se dirigía a Harán desde Beerseba. Cuando Jacob se despierta, promete que si Dios es su protector, lo adorará y le dará el diezmo. Esta promesa parece muy extraña: si Dios hace su parte (y la hace primero), Jacob hará su parte y lo aceptará como su Dios.
Sin embargo, en hebreo, estos versículos suenan de forma distinta. Solamente la palabra “y” separa las dos cláusulas del voto de Jacob: “Si Dios me acompaña... Y el SEÑOR será mi Dios”. Por lo tanto, podemos leer el versículo 22 como el comienzo de la parte de Jacob, “ENTONCES esta piedra que he puesto como columna será la casa de Dios...”. Con esta palabra “y”, el hebreo nos da un significado completamente distinto a este acontecimiento.
¿Negoció Jacob con Dios? Por supuesto, Jacob en Betel no es aún ese hombre de fe que se llamará Israel. Su voto fue su respuesta humana al pacto que Dios le ofreció. Y, sin embargo, el hebreo nos permite ver que incluso en Betel, Jacob no estaba negociando con Dios, sino que simplemente lo mantenía aferrado a Su propia promesa. Inscríbete en nuestro curso en vivo y online, Descubriendo la Biblia hebrea, y mira cómo el hebreo aporta una nueva perspectiva a las historias bíblicas más conocidas.