Descubriendo la Biblia hebrea
Recordemos la historia. Un día, Esaú regresó “muerto de hambre y agotado” de su caza. Se había pasado todo el día buscando carne silvestre. Las circunstancias se hacen aún más claras cuando recordamos: “Hubo hambre en la tierra” (Gén. 26:1) mayor aún que la de los tiempos de Abraham. El hecho de ver un guiso de lentejas, nazid adashim, indujo al hambriento Esaú a cambiar su primogenitura por este guiso “rojo”.
¿Acaso Jacob solamente cocinó un guiso, nazid (נזיד)? Eso es lo que vemos en la traducción. Sin embargo, en hebreo el verbo yazed (יזד), también puede equivaler a “hacer algo a sabiendas que no está permitido”. Esta misma palabra que la Biblia utiliza para el verbo cocinar, nos muestra las verdaderas intenciones de Jacob. Él no solamente compró la primogenitura de Esaú por el guiso, sino que además lo planeó. Tal vez podría haberse justificado a sí mismo después de ver la manera despectiva en que Esaú trató la primogenitura.
En las Escrituras, no encontramos un juicio explícito de la transacción de Jacob. La Torá se limita a exponer los hechos y no ofrece ningún comentario al respecto. Sin embargo, aquí, y en muchos otros lugares, creo que el mensaje oculto de las Escrituras hebreas nos da una comprensión más profunda de la historia. Inscríbete en nuestro curso Descubriendo la Biblia hebrea para que puedas descubrir más de estas tramas ocultas de historias familiares.