Aprende Hebreo Bíblico
Hasta el día de hoy, los higos son comunes en toda la Tierra de Israel y son apreciados por encima de otras frutas debido a que son un símbolo de recompensa. Su fruto es dulce y su amplio follaje es una de las mejores fuentes de sombra para protegerse del cálido sol del Medio Oriente. No es extraño que la última expresión de la Biblia para la paz y la seguridad sea: “Mientras Salomón vivió, Judá e Israel vivieron seguros, cultivando sus viñas e higueras desde Dan hasta Berseba” (1 Re 4:25).
Cuando Jesús vino a Jerusalén, se disgustó con la adoración corrupta que observó en el Templo. Les enseñó a sus seguidores que en el Reino de los Cielos, una verdadera “casa de oración para todas las naciones”, reemplazaría a aquel Templo. Como profeta de la paz, Jesús no deseaba destruir el Templo. En su lugar, realizó un pequeño acto simbólico, al destruir la higuera que representaba la paz en la Tierra.
El Evangelio de Marcos nos dice que la higuera no dio fruto porque ese “no era el tiempo de los higos.” (Marcos 11:13). Pero ahora, por primera vez en 2.000 años, el pueblo judío ha regresado a su tierra, y la higuera vuelve a dar su jugoso fruto. Éste es el momento de saborear la Palabra de Dios en su forma más auténtica. ¡Inscríbase a nuestros cursos en línea, en vivo y regrese al Hebreo Bíblico!